domingo, noviembre 04, 2007

Historias bananeras

No quiero ser discordante. Esa nunca es mi intención. Pero por qué buscar la respuesta a los problemas de hoy en los símbolos fundamentales de una patria, más aún, porqué pensar que las situaciones, problemáticas o no, están relacionadas con el origen, con el nacimiento. Yo creo, que al igual que en España, en Argentina los problemas no están en el origen sino en las situaciones actuales, a los problemas de hoy día, o al menos, de los últimos tiempos. Claro que Lia Churrasco siempre busca encontrarle la quinta pata al gato, y por esto es que no puede buscar la simpleza del problema, sino sus nudos más arcaicos y complejos. Me parece que tanto palabrerío es simplemente por tocar las narices. Eso por un lado.

Como yo no puedo ser peronista ni antiperonista, como no estoy siquiera en el mismo juego como para interpretar las cosas de la asertiva forma que se merecen, pido, con solemnidad, que quienes tengan las ideas despejadas al respecto, no iluminen con su claridad. A los que no, aquellos que no lo tienen claro, les pido, con brevedad, que se quedan simplemente al margen, que a fin de cuentas solo confunden a las masas.

También hay que asumir que ciertos países tienen destinos inciertos, y que sin la ayuda externa, están condenados al fracaso. Republiquetas bananeras y cocoteras, de tirarse a tomar el sol, o de bailar un tango. Da igual. Unos cuantos años de suerte los puede tener cualquiera, pero construir una nación de peso implica severos compromisos y esfuerzos, a los que no todo pueblo esta dispuesto a llegar. No quiero decir con esto que Argentina este dentro de un grupo u otro, pero sí habría que ver si realmente se hacen mal las cosas o si realmente estarán tocando techo. No quiero entrar en polémicas sobre este asunto, bastante problemas hay aquí en España entre los que quieren respetar los derechos humanos hasta de las ratas, con tanto extranjero que viene sin un duro y con una juventud que no piensa y vive de los padres.

Bueno, los dejo porque el bar esta solo, pero sentía la imperiosa necesidad de responderle a esta señorita periodista Argentina.

Saludos cordiales,
Josep Calçot

Barcelona, 04-11-2007




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