lunes, noviembre 05, 2007

Deliverando sobre ciudadanía y pueblo...

Algunos dicen que a partir del peronismo se produjo una escisión apelotonadora en el corazón de la sociedad. Se dice, por tanto, que el peronismo no reclama la idea de un ciudadano sino de un ciudadano particular, al que arenga, el ciudadano peronista. Por este motivo la abstracción queda coja dividiendo a la sociedad entre fieles e infieles, absurdos y creadores. Se dice que no hay una nación, sino que es una nación para un pueblo. La lucha es crear y sostener esa nación, la nación "verdadera"?

Bueno, eso dicen los que parece que saben del tema, para mí, que soy apenas un curioso en la muchedumbre, esto es mear fuera del tarro. Primero porque "ese" concepto de ciudadanía en abstracto no tiene el poder simbólico que tiene en los países europeos (por ejemplo) donde el Estado penetra mucho más hondo en las raíces significantes de la sociedad. De esta forma no todos son "ciudadanos", ese concepto es frío y visceralmente antagónico con aquellos rastros de sociedad que no han socializado ese "Estado" de ciudadanos. Por ende no es más abstracto que el concepto de pueblo, solo es más etnocéntrico.

El concepto de ciudadanía no tiene una traducción textual en Argentina, pero si la tuviera, en algún momento, esta podría haber sido la de pueblo. En cuanto a que, el ciudadano era una figura abstracta que incorporaba derechos y obligaciones para con el Estado. El pueblo fue la más abstracta de las figuras acaecidas en las formas cívicas sociales en Argentina, incorporaba derechos, garantías y obligaciones. El problema de asociar un pueblo para una nación no es exactamente el problema mayor que deberemos enfrentar, ha quedado claro que un ciudadano para un Estado no es tampoco aquella figura capaz de retener en conjunto al total de la población. No todos somos ciudadanos, o al menos, no todos de la misma categoría., en ciertos casos, este términos hasta puede llegar a ser bastante excluyente. No intento aclarar cual de los dos términos puede ser más excluyente, sería complicado esclarecerlo y excedería esta breve historia.

Retomando nuestra meta y tratando de sumar unos porotos a los ya discutido entre los blogueros. El peronismo reivindica el concepto de pueblo-ciudadano más heterogéneo y abstracto hasta el momento desarrollado por ninguna otra fuerza política. Luego, se sobreentiende que la acción política y social, la innovación, las universalización de las rencillas particulares, van a ser un paso deducible. Ninguna otra fuerza social u organización, ha podido representar de manera tan diversa, y por tanto, muchas veces contradictoria, a tantas gentes cuyas fuentes de socialización difieran de forma tan clara. Hoy día las fuerzas políticas domesticadas por el acto electoral, se predisponen a ganar la confianza de la gente sin argumentos programáticos claros. El proyecto de nación ofrecido hoy en día es confuso y sutilmente ambiguo. El peronismo mantuvo siempre esa ambigüedad, pero sostuvo ciertas bases de socialización que eran las que reclamaban aquellos que interactuaban bajo su influencia, como la justicia social, los derechos obreros, la orientación industrial, etc…

Como puede, de esta forma, no pasar todo dentro del peronismo? El peronismo recupera un lugar ontológico basado en la libertad y un espacio jurídico basado en la justicia. Desde ese momento, no existió fuerza política con penetración social, capaz de superar el antagonismo de igualdad-libertad, dilema resulto por el peronismo a través de la idea de justicia social.

Bueno, los dejo, que tengo unos asuntos mecánicos por resolver. Se me rompió la veleta y ahora que no se para donde tira el viento, me da chucho ir a remontar barriletes. Pero ya la voy a arreglar, a eso me dirijo!

Salu2 y sigamos peleando.

Hector

2 comentarios:

lu dijo...

Muy interesante blog, compañeros. Espero verlos pronto por el mío, con toda la lucidez y creatividad que los caracteriza!
Fuerte abrazo

Hector Casa dijo...

Muy agradecidos señorita lulu!!! por ahi andaremos, al menos yo!!

saludos y felicidades