Luego de mucho silencio, quiero de alguna forma quebrar este mutismo. Personalmente me siento bastante decepcionado. Es triste ver como el terruño nuestro se transforma en un campo de batalla de posturas irracionales.
Cuando estábamos asomándonos de la crisis de 2001 recuerdo a algún intelectual brasilero, animando a los nuevos proyectos de país que iban naciendo, diciendo que Argentina iba a salir adelante porque era un país principista, y que si bien ese principismo le hizo llevar el neoliberalismo a ultranza, el mismo principismo, con un proyecto diferente llevaría al país a un lugar de mayor dignidad.
Hoy, ese principismo ha llevado otra vez a la más irracional y funesta de las sorderas, la del que no quiere oír.
Hoy tenemos la suerte de encontrarnos en un contexto internacional favorable a la exportación de alimentos, que nos da la posibilidad de acumular comodities. Si este no fuera el contexto, me pregunto en qué situación nos encontraríamos, realmente asumimos las responsabilidades políticas que nos tocan?.
Ayer Roberto Navarro publicaba en Pagina/12 algunos datos sobre cómo se continúan vendiendo cereales al exterior, aun más que el año pasado y con ganancias superiores. Más allá de si se gana más o menos, la pregunta que uno se termina haciendo es ¿bloquean la comida de los Argentinos, pero siguen alimentando al resto del mundo? ¿bloquean los caminos y ellos transportan lo propio en barcazas? No sé cuál es la idea de responsabilidad política de esta dirigencia agraria. Más allá de a quien representan, si los votaron a no, o si de como dice el Prof. Rubén Dri los pequeños productores se encuentran en el Mocase y no el la Federación Agraria. Seguro que la idea de responsabilidad política esta mucho más próxima a que se salven los más fuertes, o a que el fin justifica los medios, etc... a pensar soluciones que integren al resto de la población en la protesta.
El gobierno por otro lado, ha actuado como si no tuviera autoridad. Es increíble esto, cuando pensamos que acabamos de salir de un periplo eleccionario que lo ha definido en el lugar que esta. Digo que ha actuado sin autoridad porque, más allá de lo justa o injusta de la protesta, el poder ejecutivo tiene una responsabilidad suprema, estabilizadora, nacional y soberana. El poder ejecutivo no puede presentarse como la cara opuesta del campo, porque de esa forma todos los argentinos nos quedamos sin representación. Campo y gobierno no son dos caras de una misma moneda, nadie elegio a la Federación Agraria como representante de los argentinos. Sin embargo parece que el Gobierno tiene más que decir a través de la voz y puños de D’Elía, que del parlamento, a quién recién después de 90 días de conflicto le ha elevado el proyecto de ley que debiera haberse elevado desde el primer momento. Parece que al gobierno no le basta con abrir un frente de conflicto con el campo y en el medio del conflicto abre las puertas a un proyecto multimillonario, sin consenso algunos y con contra proyectos sobre la mesa, como es el caso del tren bala.
Con nuestros absurdos principismos llegamos al borde del abismo. Es acaso un acto de demostración de poder salir al palco, o al caso, por cadena nacional, para castigar como si de críos malcriados se tratase, a una dirigencia agraria que lleva años esperando un momento de gloria como este? No lo digo simplemente por la SRA sino también por muchos propietarios de campos a los que les estaban rematando el campo hace menos de una década. ¿Qué caso tiene salir al cruce y no buscar la negociación? Parece que el Gobierno tuviera la idea de que esta pelea es entre Ellos/Nosotros. Pero ese Nosotros no parecen ser todos los argentinos. Este es en definitiva el principio de falta de autoridad con la que el Gobierno asume el problema, no es una cuestión de Estado, sino un issue partidista y declamatorio.
Responsabilidad política implica hacer que los problemas de Estado los resuelva todo el Estado, no un gobierno en particular, la ley de emergencia económica no puede transformarse en permanente, si no que nos comuniquen claramente que efectivamente estamos en emergencia económica.
Responsabilidad política implica que los dirigentes del campo asuman que cando van a liquidar una pulseada de poder con el Gobierno, tal vez, la pulseada se la quieran ganar a toda la sociedad argentina.
Y ahora, el principismo de no poder abandonar vacuas y peligrosas discusiones, irracionales enfrentamientos, el principismo de pensar en maximizar el resultado político de cada posición enfrentada, nos esta dejando a todos sin un lugar digno para vivir. A la crisis del 2001 no llegamos por errores repentinos u omisiones en los últimos años de gestión, todos llegamos a esa crisis caminando lentamente por una década llena de electrodomésticos a 240 cuotas, harina de trigo importada de Zuiza y empresas públicas rematadas como caramelos, poco a poco. Espero que ahora, poco a poco, no vayamos a meternos en el pozo nuevamente.
Hector Casa
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