Los medios han salido a apoyar en gran medida cualquier situación desestabilizadora, han seguido de cerca a "esa" clase media "paqueta" que salió a revolear las cacerolas como si aún gobernara De la Rúa, han dado muchos minutos, imágenes, reflexiones, es decir, tiempo en la grilla, a un sector que fue al choque extorsivo, mientras que muchas veces pasan de largo ante los mismos hechos protagonizados por otros actores. Reflexionan aquí sobre el tema, argumentando que no son tales las presiones que hay de parte del gobierno, como siempre se rumorea y se quejan, como para que de un momento a otro, y en un conflicto tan clave, los medios de comunicación más concentrados, leídos, vistos y escuchados, puedan haber optado por hacer la guerra al gobierno. Yo creo que ante todo estamos en una cuestión bien capitalista, por ponerlo en cristiano. Business is business. Todo este problema del agro, polarizó a la sociedad. Claramente hay medios que venden porque sus clientes les creen, algo de lo que dicen, en alguna medida, y esta ha sido una oportunidad única para estos medios, para recomponerse orgánicamente, como fuentes de crítica política y social. No es que esto realmente sea de su interés, pero se necesita mantener cierta ficción de independencia como para seguir vendiendo y marcando. Lo que tratamos de decir no es que no ha habido un comportamiento político por parte de los holdings que llevan los medios, claro que lo fue, una política ceñida al mercado. Interés empresarial. ¿Corrió guita? Mucha. No sé cuánto habrán vendido en publicidad o cuántos diarios de más se habrán vendido, pero seguramente ahí hay una respuesta. Esos momentos te abren dos caminos:
-uno: Tomar guita de una fuente diferente (en este caso diferente del Estado, que financia mucho a través de publicidad institucional)
-dos: A pesar del carácter "antipopular" del lockout o de las marchas caceroleras, el clima de tensión, la posibilidad de asestarle finalmente un buen golpe crítico al gobierno (crítico en un sentido dialéctico, como antitético) les ha dado aire para renovar su distanciamiento, renovar la confianza de ese lector de clase media que lo veía cada vez más asociado a los "peronchos", etc...
En fin, creo que esta cuestión de los medios en definitiva no va mucho más lejos que de la tiranía del mercado sobre la formación de opinión pública, que no se dicta por una necesidad estratégica sino por una conveniencia económico-financiera. Aunque hay que aclarar que esa también es una estrategia. Por eso hay que leer más blogs y menos medios masivos, esa creo yo que debiera ser la gran enseñanza de todo este conflicto.
Saludos
Hector